03 Mar Castilla y León a la cola de España en creación empleo
A la cola de España, no se genera empleo ni se reduce paro
Los datos de este mes de febrero están en línea de lo esperado o incluso algo mejor de lo esperado. De todos modos se sigue evidenciando el fin de ciclo y los problemas en la generación de empleo y en la reducción del paro. Insistimos en que será muy difícil que el paro estructural no se sitúe entre un 30% y un 40% por encima al que teníamos antes de la crisis. Se percibe una clara desaceleración en la creación de empleo, mucho más intensa en nuestra región que en el conjunto de España. El resultado es que en Castilla y León seguimos teniendo más de 140.000 parados, lo que quiere decir que aún tenemos 30.000 parados más que en febrero de 2007, al principio de la Gran Recesión. (En España habría casi 1.170.000 parados más que en febrero de 2007)
Castilla y León no es capaz de crear empleo
El principal hecho que impide una mayor reducción del desempleo es la menor capacidad de generación de empleo en Castilla y León. Si miramos la evolución de los afiliados a la Seguridad Social vemos que Castilla y León sigue estando mes tras mes entre las que menos empleo generan: una tasa anual del 1%, entre las más bajas de toda España junto con Asturias y Extremadura; la media nacional sigue ralentizándose pero continúa siendo un punto superior: 1,92% (con la mayor parte de las provincias de la región entre las quince con menor crecimiento del empleo durante el último año de toda España). Además es interesante ver el cuadro que relaciona la creación de empleo y el descenso del paro registrado: se ve con claridad que Castilla y León registra una relación muy baja comparativamente con otras CC.AA. entre la creación de empleo y el descenso del paro, lo que implica que el descenso del paro se debe en mayor medida al descenso de activos, como ya se confirmó en las EPAs de 2017, 2018 y 2019.
Brecha Salarial y precariedad laboral
Insistiremos una vez más en que en ambos sexos (son muy elevadas las tasas de paro sobre todo entre las mujeres y se sigue incrementando la divergencia por sexos), en todas las edades, y en prácticamente todas las provincias y todos los sectores de actividad la evolución del paro regional y la creación de empleo en los últimos años es claramente peor que la media nacional.
Pese a que el empleo está creciendo en toda España desde hace seis años, en Castilla y León tenemos actualmente pocos más trabajadores ocupados que cuando entró el Gobierno de Rajoy a finales de 2011: somos, junto con Asturias y Extremadura, la región que peor evolución del empleo ha tenido en los últimos ocho años, con un crecimiento del 1,4% mientras que en el conjunto del país el empleo ha aumentado un 11,7% desde diciembre de 2011. Y estos datos a nivel provincial indican una enorme divergencia entre la zona este y oeste de la región, siendo esta última la que tiene una evolución pésima del empleo desde 2012 (con el caso extremo de León, Zamora y Ávila que tienen menos ocupados ahora que hace ocho años). Se acrecienta la idea de una región a dos velocidades.
Contratos temporales, a tiempo parcial y que duran horas o días son cada vez más frecuentes en nuestro mercado laboral lo que está incrementando tanto la dualidad dentro del mismo como que cada vez haya más trabajadores con sueldos misérrimos y una inseguridad laboral absoluta. Y pese a que en los tres últimos años la temporalidad está disminuyendo tímidamente, la tendencia de años previos se mantiene, lo que indica una mayor precarización laboral en la región que en el conjunto del país: tenemos un mayor porcentaje de temporales, un mayor porcentaje de contratos de escasísima duración (días u horas) y un mayor porcentaje también de contratos doblemente precarios -temporales y a tiempo parcial-. Esto explicaría el porqué es posible que incluso aumentando el empleo la recaudación por cotizaciones sociales en Castilla y León siga creciendo más lentamente que en el conjunto de España (un 13% desde 2016 frente al 19%). Los datos de enero de 2020 de momento no reflejan ninguna inflexión en estos aspectos.
Volumen de creación de empleo inferior al 2008
Conviene no olvidar que seguimos sin recuperar los niveles de empleo previos a la crisis (aunque en el conjunto del país ya se ha recuperado): hoy tenemos un volumen de empleo todavía inferior al que teníamos hace doce años, en febrero de 2008 (alrededor de 58.000 afiliados menos a la Seguridad Social en alta laboral). Pero es que, además, ese menor nivel de empleo esconde una mayor precarización ya que el número de trabajadores con contrato indefinido a tiempo completo es hoy menor que hace 12 años y que lo que hoy tenemos son muchos más trabajadores contratados a tiempo parcial y que de estos, más de la mitad, lo están además de manera temporal.
Por último insistir sobre la idea de que el número de parados de la región que no reciben ningún tipo de prestación se mantiene muy elevado en enero de 2020 -son exactamente 60.781 El descenso de la cobertura del desempleo ha sido brutal en los últimos años. para hacerse una idea baste decir que en el periodo 2009-2011, con un nivel de paro muy superior en nuestra región al actual, la cobertura era 7 y 10 puntos mayor que la registrada en 2019, habiendo descendido especialmente los parados cubiertos con una prestación contributiva. No es extraño que el gasto total en desempleo que alcanzó 1.258 millones € en 2009, bajase en 2016 a los 800 millones €, un 40% inferior; y en 2017 y 2018 todavía incluso más: 743 y 726 millones € respectivamente, entre 515 y 530 millones menos que en 2009. En 2019 mejora mínimamente, aunque de forma insuficiente.
Castilla y León a la cola de España en creación empleo
Con estos datos se constata un claro agotamiento en la creación de empleo y la reducción del paro. En Castilla y León continuamos a la cola de España en generación de empleo y, además, el que se crea tiene un nivel altísimo de precariedad. Es evidente que las reformas laborales no han servido para nada bueno: la HIPERPRECARIZACIÓN no es la solución. Y hay que terminar definitivamente y con claridad con la POLÍTICA ECONÓMICA AUSTERICIDA: la situación social en Castilla y León no puede seguir mucho más tiempo con esta tensión en la que sigue habiendo más de 140.000 parados (de ellos, casi la mitad sin ninguna prestación), con una tasa de paro cercana al 13% -mayor, además, a la media nacional en varias provincias- y con 40.000 trabajadores sin encontrar empleo desde hace más de dos años y cerca de 20.000 desde hace más de cuatro años.
Además, insistimos en que en Castilla y León recuperar los empleos que se han destruido va a costar más tiempo que en otras regiones ya que tradicionalmente se ha requerido un mayor crecimiento económico en nuestra región para ello. La recesión en 2012 y 2013 fue más profunda en Castilla y León que en el conjunto del país, necesitaríamos un crecimiento económico más vigoroso y que se sostenga durante más tiempo para que volvamos a unos niveles de empleo similares a los que teníamos en 2007-2008
Y con la desaceleración actual, que puede agravarse mucho con el problema del coronavirus, es más que probable que ni siquiera lleguemos a ver los niveles de empleo precrisis situando nuestro paro estructural alrededor de un 35% por encima del que teníamos en los años anteriores a la Gran Recesión.