El Sindicato lamenta la muerte de dos personas, la última de ellas un capataz que ha sido golpeado por una máquina bulldozer y que trabajaba como refuerzo en las tareas de extinción del incendio declarado en el Valle del Tiétar

29 Jul El Sindicato lamenta la muerte de dos personas, la última de ellas un capataz que ha sido golpeado por una máquina bulldozer y que trabajaba como refuerzo en las tareas de extinción del incendio declarado en el Valle del Tiétar

Este año parece perfilarse como uno de los más virulentos en cuanto a numero de incendios producidos y hectáreas quemadas. Sin que haya finalizado el verano ya se han superado con creces las 40.000 hectáreas incendiadas durante el año 2008. Y como casi todos los años, Castilla y León se encuentra en la lista de comunidades más vulnerables en esta materia.

Por todos son conocidas las consecuencias que derivan de un incendio forestal en términos ambientales, económicos y sociales. Desgraciadamente, cada año el fuego se empeña en recordarnos cuales son arrasando recursos naturales, animales, explotaciones agrícolas y ganaderas, devastando viviendas y lo que es más grave, cobrándose vidas humanas, como en este caso. En este sentido, el Sindicato lamenta la muerte de dos personas, la última de ellas un capataz que ha sido golpeado por una máquina bulldozer y que trabajaba perimetrando una zona del incendio, como refuerzo en las tareas de extinción del siniestro declarado en el Valle del Tiétar.

La realidad nos dice que la clave en la lucha contra los incendios forestales es todo lo que tiene que ver con la prevención. Esta implica disposición de medios y materiales, información y concienciación de la sociedad y ejecución de cuantas acciones tiendan a la disminuir los riesgos.

UGT considera que debe aumentarse las partidas presupuestarias dedicadas a la prevención. Además, hay que estudiar la causalidad de los incendios, invirtiendo en personal y en medios para investigar e intentar prevenir los objetos y sujetos responsables. Por otro lado, y sabiendo que el 50% de los incendios son intencionados, quizás es el momento de plantearse que hay que empezar a señalar a los culpables, potenciando actuaciones destinadas a la persecución del delito y a hacer cumplir las condenas. En definitiva, que es necesaria una  mayor actuación fiscal y penal contra los pirómanos.

Es evidente que las características de nuestra región son determinantes. La gran extensión de territorio, el tipo de vegetación junto con la desestructuración y éxodo del mundo rural con el consiguiente abandono de los bosques y la reducción de las practicas silvícolas, agrícolas y ganaderas que en el pasado han servido para controlar la dinámica y el estado de las masas forestales, acrecienta la vulnerabilidad de nuestros montes ante los incendios. Aunque existen otras causas no estructurales muy conocidas y que dan origen a buena parte de los incendios forestales: pirómanos, quema de montes para pastos, obtención barata de madera, caza, tendidos eléctricos, líneas de ferrocarril, maquinaria agrícola y forestal, colillas mal apagadas, etc.

Hasta ahora el modelo de estrategia adoptada para la lucha contra los incendios forestales se basa principalmente en la extinción del fuego en los meses de mayor riesgo a partir del uso del agua y de maquinaria pesada, y en menor medida en los trabajos de prevención durante el resto del año. Pero el alarmante número de incendios deja patente que este modelo no está siendo realmente efectivo.

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