Aumenta el empleo temporal y precario en Castilla y León

04 Nov Aumenta el empleo temporal y precario en Castilla y León

El pasado mes de septiembre, UGTCyL elaboró, desde la secretaría de Política Sindical, Industrial y Empleo, un informe sobre el desempleo de larga duración y la amenaza económica y social que representaba en nuestra Comunidad, La anterior doble crisis económica que sufrió España y Castilla y León (de 2008 a 2013) dejó evidencia del paro estructural prevalente que, actualmente, es uno de los problemas más difíciles de atajar.

A día de hoy, la incertidumbre sigue siendo muy elevada en el ámbito sanitario, social, económico e internacional. De hecho, el dato de parados de este mes de octubre entra dentro de las previsiones, aunque, a diferencia del mes anterior, va acompañado de un descenso en el número de trabajadores en alta laboral. Del empleo destruido entre marzo y abril (más de 36.000 afiliados en la comunidad y cerca de 900.000 en toda España), en Castilla y León ya se ha logrado recuperar prácticamente todo. Sucede lo mismo en Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura, Galicia y Valencia. En el conjunto de España, sin embargo, sólo se ha recuperado el 67%. Este mejor comportamiento de Castilla y León se debe a nuestro menor peso turístico lo que explica también por qué en el conjunto del país el paro aumenta más que en Castilla y León.

Reactivación parcial de la contratación en Castilla y León

De todos modos, las cifras siguen siendo preocupantes puesto que la comunidad cuenta con 16.000 trabajadores ocupados menos y 19.000 parados más que hace un año. Se trata de unas cifras muy duras sobre todo si tenemos en cuenta que, aunque se nota cierta reactivación de todos los sectores, el volumen de trabajadores que siguen en ERTE continua siendo muy elevado (casi 17.000 en CyL y 600.000 en España). Además, aún existe un número también muy alto de autónomos cubiertos con prestaciones. Actualmente, en torno a 27.000 trabajadores se encuentran en esta situación en CyL y no es seguro que todos vayan a conseguir recuperar sus empleos.

Por tanto, esta reactivación es muy parcial puesto que el volumen de contratación autonómico en octubre ha sido un 30% menor que en las mismas fechas del año pasado (al igual que en el conjunto del país). En los diez primeros meses (enero-octubre), se han realizado en CyL 17.000 contratos indefinidos menos y 204.000 contratos temporales menos que en 2019.

Las ayudas a los ERTES, imprescindibles en la comunidad

Es imprescindible, en consecuencia, que se siga manteniendo la cobertura de los ERTEs y de las prestaciones extraordinarias para los autónomos. A día de hoy, tenemos 19.000 parados registrados más que hace un año (nuestra tasa de paro está ahora en un 14,3% y hace un año era del 12,3%). Si se elimina dicha cobertura, el desempleo alcanzaría la cifra de 200.000 parados y la tasa de paro llegaría al 20%.

En septiembre, la comunidad está volviendo a la normalidad precovid, pero están disminuyendo mucho las prestaciones contributivas y es necesario tener en cuenta a esos trabajadores que ya han agotado su periodo de desempleo. Por eso se hace urgente poner en funcionamiento el Plan de Choque en la región que en, el marco del Diálogo Social, se va a firmar para proteger a los sectores más dañados por las medidas anticovid y para fortalecer el mantenimiento y la creación de empleo.

Sexo y Edad, determinantes para los desempleados de larga duración

En 2019 en Castilla y León, el paro de larga duración o PLD (más de 1 año) alcanzó al 45,3% de las personas en desempleo y el de muy larga duración o PMLD (más de 2 años) al 30%. La experiencia de las crisis pasadas indica que el desempleo se enquista tras una fuerte recesión, en especial entre las personas con más dificultades para acceder a un empleo. Con datos del segundo trimestre de 2020 en Castilla y León, el 49,2 % de las personas en situación de PLD son mujeres y 52,8% en situación de PMLD. Sus tasas son superiores a las masculinas, pero se trata de un escenario que se mantiene desde 2015.

A medida que avanza la edad, las cifras de personas en PLD también aumentan. Destaca la elevada incidencia del paro estructural sobre los trabajadores mayores de 55 años, que alcanzaba según datos de cierre de 2019, tanto en España como en Castilla y León, a 6 de cada 10 desempleados de este grupo de edad.

Empleo joven y paro estructural

Por su parte, los jóvenes en España presentan una menor incidencia en el desempleo de larga duración (2 de cada 10 llevan buscando empleo más de 1 año), puesto que la mayor concentración de empleos temporales y parciales, con menor remuneración y, en definitiva, más precarios, confiere al empleo juvenil una flexibilidad, tanto de acceso al empleo como de salida del mismo,  superior a la que caracteriza a otros grupos de edad. No obstante, es preciso matizar que sigue existiendo una parte del desempleo juvenil que se define como estructural y su trayectoria no responde al ciclo económico.

Ahora, con la crisis económica y de empleo provocada por el coronavirus corremos el riesgo de que el paro estructural se extienda. Se trata de un desempleo que no quedó restablecido tras la anterior recesión y que ahora amenaza con expandirse. Es necesaria, por tanto, una respuesta contundente por parte de los gobiernos que asegure una decidida inversión en políticas activas de empleo y una mejora de la eficacia de los servicios públicos de empleo.

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