11 Jul La marcha minera inundó Madrid
Cientos de trabajadores de la minería del carbón y sus familiares llegaron ayer a la Puerta del Sol en la última etapa de la marcha minera contra los recortes que ponen al borde de la extinción el sector del carbón en nuestro país.
Al grito de “esta es nuestra selección”, “sí se puede” y entonando el Santa Bárbara bendita, la marcha minera iluminó anoche con sus luces frontales las calles de Madrid, desde Moncloa hasta Sol, arropados por el clamor ciudadano.
A las 19:30 horas partían desde Aravaca las columnas de Aragón, Asturias y Castilla y León, reunidas en el pueblo madrileño desde la mañana, para alcanzar la capital española dos horas más tarde.
En la marcha participaron el Secretario General de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y el Secretario General de UGT, Cándido Méndez, que quiso expresar su reconocimiento “a estos esforzados trabajadores que vienen cargados de kms pero, sobre todo, cargados de razones”.
“Los mineros que están encerrados en las minas lo están pasando muy mal para defender la razón y la justicia”, consideró. “Lo que pretenden es seguir arrancando carbón para darle de comer a sus familias y a las familias de las comarcas de las cuencas mineras que no tienen otra alternativa”.
Por lo tanto, el Gobierno “está entre la espada y la pared. La espada de la razón de los mineros y la pared del contrasentido que significa intentar condenar al paro a miles de familias en el país de Europa donde el nivel de paro es más alto con diferencia”.
Cándido Méndez manifestó el contrasentido “radical” del Gobierno, porque “las medidas tan duras que aprobará el Ejecutivo dan más razón a los mineros. Nadie puede entender que se den 30.000 millones de euros para solucionar el problema de las entidades financieras y se le regateen unos pocos millones a los mineros para que puedan seguir trabajando. Eso no lo entiende nadie, ni siquiera en Bruselas, que ya ha señalado que no respalda que se produzca este atropello contra la supervivencia del carbón en nuestro país”.
Por ello, “espero que éste sea el final de una pesadilla contra estos trabajadores y sus familias, y que les den una alternativa razonable, la de cumplir con los compromisos adquiridos”.