UGT Castilla y León denuncia el alarmante incremento de la siniestralidad laboral en Castilla y León

02 Feb UGT Castilla y León denuncia el alarmante incremento de la siniestralidad laboral en Castilla y León

El número de accidentes laborales en Castilla y León ha crecido un 9%. Durante el año 2015 se han registrado en Castilla y León un total de 23.948 accidentes de trabajo con baja médica, el 90% en centro de trabajo y el resto, in itinere. El incremento afecta a los 4 sectores y a las nueves provincias de Castilla y León.

El aumento de los accidentes en centro de trabajo ha sido del 8,30% mientras que los accidentes in itinere han crecido un 10,3%.

El peor comportamiento lo han experimentado los accidentes leves (8,40%), sin embargo son los mortales, con un incremento del 3,3% los que están ganando preocupantemente terreno en 2015, saldándose con la muerte de 31 trabajadores castellano-leoneses. A estos 31, podemos sumar además los 5 accidentes mortales in itinere, lo que eleva la cifra a 36.

La mayoría de los accidentes mortales se han registrado en el sector servicios. A lo largo del 2015 han muerto en él 16 trabajadores, un 13% más que un año antes. A este sector le sigue Industria con 7 fallecidos (el mismo número que en 2014), y Construcción y Agricultura (4 fallecidos en cada uno).

El sector agrario preocupa y mucho, por el incremento de los accidentes graves (19,35%). De hecho se trata del sector donde más han crecido este tipo de siniestros, por encima incluso que en Construcción o en Industrial.

Llama mucho la atención que el sector de la Construcción experimente un incremento del 15% en la accidentalidad global, si bien la gravedad de los accidentes ha descendido. Este caso representa el prototipo de una situación sobre la que venimos alertando desde hace tiempo. El descenso de la siniestralidad laboral en los últimos 4 años no viene explicado por una mejora de las condiciones de trabajo, ni por mayores inversiones en seguridad y salud, sino por la pérdida progresiva de empleo. De manera tal que en el momento en que comience a haber una recuperación económica, aunque sea tenue en términos de creación de empleo, la accidentalidad laboral de disparará.

El sector industrial tampoco ha evolucionado mejor. La accidentalidad global ha crecido un 7%, y los accidentes graves un 9,7%. La tasa de mortalidad registra los mismos valores que en 2014.

Si analizamos los accidentes por provincias, ninguna sale bien parada. Sube en todas, aunque con ligeras diferencias de intensidad. Valladolid se sitúa en el ranking (+17.67%), seguida de Palencia (13,01%), Zamora (12%) Segovia (10,78%) y Ávila (10,11%). El resto crece, aunque por debajo del 10%. Si analizamos los accidentes mortales, vemos que León y Palencia además de concentrar el 30% de la mortalidad obrera, este tipo de siniestros se han incrementado un 150% respecto al año anterior.
Los accidentes de tráfico han sido la segunda causa de muerte en el trabajo en Castilla y León. De los 36 accidentes mortales, 10 han sido consecuencia de accidentes de tráfico in mision y 5 in itinere. Sólo estos últimos suponen un incremento de este tipo de mortalidad del 66,6%, al que debemos sumar el incremento de los graves (56,5%).

Del total de 21.523 accidentes laborales que se han registrado este año, la mayoría han sido sufridos por varones (16.143). Especialmente en lo que a gravedad se refiere, pues han soportado el 80% de los accidentes graves y el 94% de los mortales. Las mujeres por su parte han corrido peor suerte con las enfermedades profesionales. De las 367 declaradas a lo largo del 2014, el 56% han afectado a mujeres, casi todas relacionadas con trastornos musculoesqueléticos.

Este es el panorama que tenemos, y no es bueno. Desde UGTCYL venimos alertando desde hace tiempo que bajo el pretexto de la crisis, son muchas las empresas que han dejado de lado sus políticas preventivas, reduciendo cuando no eliminando por completo, las inversiones en esta materia.

También somos beligerantes con el hecho de que las enfermedades profesionales sigan silenciadas, atrapadas en ese entramado de intereses (INSS/MUTUA) conocido y consentido por el Ministerio de Empleo.

Al mismo tiempo hemos advertido de manera reiterada que la crisis económica (y naturalmente las medidas que la han acompañado) ha transformado de manera radical el modelo de relaciones laborales.

La vía elegida para salir de la crisis es una espiral de austeridad y devaluación interna en la que la negociación colectiva pierde peso, las relaciones laborales tienden a la individualización, la precariedad define un mercado de trabajo en el que la contratación temporal y a tiempo parcial y la alta rotación entre empresas ganan espacio a marchas agigantadas y las altas tasas de paro y el miedo a perder el empleo convierten en papel mojado los derechos de trabajadoras y trabajadores. En este contexto, el legislador ha decretado la unilateralidad empresarial como forma de gestión de la prevención en las empresas españolas. Y todo esto, ha supuesto un coste sobre la salud y seguridad de los trabajadores.

Desde UGT Castilla y León exigimos más medios y recursos para una Inspección de Trabajo que consideramos esencial para el control del cumplimento de las normas, así como una mayor dotación para las Unidades de Seguridad y Salud, fundamentales para el desarrollo de campañas de control y asistencia técnica.

Para romper este círculo vicioso de empobrecimiento y recortes es necesario poner fin a las políticas de austeridad y dar paso a una progresiva transformación del modelo productivo de nuestro país que permita la democratización de las relaciones laborales, el ejercicio efectivo de derechos, la interiorización de la cultura preventiva en las empresas y la generación de un sistema preventivo dinámico que anticipe los nuevos riesgos laborales emergentes.

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