UGTCyL deja claro que la Incapacidad Temporal no es absentismo laboral

17 Oct UGTCyL deja claro que la Incapacidad Temporal no es absentismo laboral

UGTCyL deja claro que la incapacidad temporal no es absentismo laboralUGT Castilla y León rechaza el planteamiento de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) y de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) de reconocer a las Mutuas la competencia de las altas médicas en los procesos de Incapacidad Temporal por contingencias comunes. Tampoco comparte el binomio absentismo-incapacidad temporal que establecen ambas organizaciones

La incapacidad temporal no es absentismo

El diccionario de la RAE define absentismo como “abstención deliberada de acudir al trabajo”. Sin embargo, desde un punto de vista jurídico laboral no existe una definición expresa de lo que se considera absentismo. La única referencia es la que contiene el art. 52 c) del Estatuto de los Trabajadores que considera como causa objetiva de extinción del contrato

“las faltas de asistencia no voluntarias, aun justificadas, cuando superen determinados porcentajes sobre las jornadas de trabajo”.

Por lo tanto, quedan excluidas las faltas de asistencia por el ejercicio legítimo de un derecho, o las que se derivan de situaciones especialmente protegidas. Dentro de esta categoría se encuentran las bajas por enfermedad común o accidente no laboral cuando superen los 20 días y hayan sido acordadas por los servicios sanitarios oficiales y las ausencias derivadas de la violencia de género.
De manera que vincular el absentismo a la incapacidad temporal además de erróneo es tendencioso, ya que lo que pretenden es que las Mutuas amplíen su cuota de negocio a costa de la privatización de actividades y competencias de la sanidad pública.

Apropiación de una competencia pública

Afirmar que si las mutuas consiguen la competencia de las altas médicas en los procesos de IT por contingencias comunes se reducirían las incapacidades es, cuanto menos, temerario. El trabajador no tiene capacidad de decisión en los procesos de IT, es el médico de atención primaria y el inspector del INSS quienes deciden cuándo procede la baja, y cuánto ha de durar ésta. Tampoco debemos perder de vista que desde 2014 las mutuas pueden hacer propuestas de alta médica, tanto al Sacyl como al INSS, y que realizan el control de estas bajas desde el mismo día en que se emiten. Pero quieren más. Persiguen apropiarse de una competencia “pública” como son las altas médicas, para reducir los periodos de baja y así, reducir el gasto de la prestación, según ellos.

Intereses económicos de las Mutuas

En el fondo lo que pretenden con esta propuesta es que las Mutuas generen mayores superávits y poder así incrementar sus propias reservas.
Esta cantinela, que cíclicamente escuchamos en torno al binomio “absentismo-IT”, consigue crear en el imaginario colectivo una imagen distorsionada de un problema más complejo de lo que a simple vista parece, pues responde a factores que muchas veces tiene que ver con las deficitarias condiciones de trabajo que soportan muchos trabajadores. Por lo tanto, las soluciones deben adoptarse en el ámbito de la empresa.

Las empresas prefieren mirar para afuera, cuando las soluciones deben adoptarlas desde dentro. La Patronal, obstinada en resaltar las horas que se pierden por Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes centra la problemática del absentismo en este tipo de incapacidad, buscando incesantemente la eliminación de los complementos a la prestación de la Seguridad Social que percibe el trabajador contemplados en algunos convenios colectivos.

Condiciones apropiadas de trabajo, una responsabilidad de las empresas

Las mutuas deberían centrarse en los procesos derivados de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, con la misma intensidad con que reclaman mayor protagonismo en las contingencias comunes, haciéndose cargo de todas aquellas patologías derivadas del trabajo, en lugar de endosárselas a los Sistemas Públicos de Salud. Es así como podrían cumplir su función de colaboración con la Seguridad Social y contribuir, realmente, a reducir la carga económica y asistencial que están trasladando al Sistema.

 Reiteramos que vincular absentismo e incapacidad temporal forma parte de una interesada y torticera estrategia de las organizaciones patronales. Estrategia alentada por determinados sectores económicos, especialmente las Mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, y consentida por los poderes públicos con competencias en la materia.
La obsesión por las bajas médicas y su coste, no puede servir de excusa para derivar a otros la responsabilidad de las empresas en la organización de unas condiciones de trabajo apropiadas y satisfactorias para los trabajadores.

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