UGTCyL denuncia la reducción cuando no eliminación de las inversiones en materia de prevención

05 Ago UGTCyL denuncia la reducción cuando no eliminación de las inversiones en materia de prevención

Los accidentes de trabajo en Castilla y León han crecido un 10% en los 6 primeros meses del año, habiéndose producido un total de 11.617 accidentes con baja en el centro de trabajo. El incremento afecta a los tres tipos (leves, graves y mortales) aunque el peor dato lo encontramos en los accidentes mortales, que crecen un 14,29%.

Los accidentes crecen en los 4 grandes sectores (entre un 8% y 10%), y afecta a todas las provincias de la Comunidad Autónoma, salvo a León.

Frente al incremento de los accidentes en centro de trabajo cabe destacar la reducción de los in itinere, que con 1249 representan un 2,19% menos que en el primero semestre del 2015.

El peor comportamiento lo han experimentado los accidentes mortales (14,29%) que, tal y como venimos denunciando desde UGT Castilla y León, están ganando preocupantemente terreno desde 2015, saldándose con la muerte de 16 trabajadores castellano y leoneses. A estos 16, podemos sumar además los 2 accidentes mortales in itinere, lo que eleva la cifra a 18.

La mayoría de los accidentes mortales se han registrado en el sector servicios. En lo que va de año han muerto en él 8 trabajadores, un 33% más que un año antes. A este sector le sigue Industria con 4 fallecidos (el doble que en el mismo periodo del año anterior). Sólo Construcción ha conseguido un descenso de este tipo de accidentes, estancándose la cifra en el sector agrario.

Tampoco los accidentes leves y graves han tenido una evaluación mejor. Los primeros con un incrementos del 10% y los segundos del 6,25%.

Analizando los datos por sectores, el agrario sigue preocupando. Nuevamente, ha experimentado un incremento de la accidentalidad del 7,75%, si bien ha conseguido reducir los graves y mortales. Pese a ello, habrá que estar muy pendientes de su comportamiento en lo que resta de año, ya que se trata de un sector con una siniestralidad laboral muy preocupante por su tendencia alcista.

Llama mucho la atención que el sector de la Construcción experimente un incremento del 10% en la accidentalidad global, si bien la gravedad de los accidentes ha descendido. Este caso representa el prototipo de una situación sobre la que desde UGTCyL venimos alertando desde hace tiempo. El descenso de la siniestralidad laboral en los últimos 4 años no viene explicado por una mejora de las condiciones de trabajo, ni por mayores inversiones en seguridad y salud, sino por la pérdida progresiva de empleo. De manera tal que en el momento en que comience a haber una recuperación económica, aunque sea tenue en términos de creación de empleo, la accidentalidad laboral de disparará. Y así ha sido.

El sector industrial tampoco ha evolucionado mejor. La accidentalidad global de este semestre ha crecido un 9,35%, los accidentes graves un 21%, y los mortales se han duplicado.

Si analizamos los accidentes por provincias, ninguna salvo León (-4,4%) sale bien parada. Sube en todas, aunque con ligeras diferencias de intensidad. Valladolid se sitúa en el ranking (+18,4%), seguida de Salamanca (18,1%), Burgos (13%), y el resto con incrementos por encima del 8%, salvo Soria (+4%). Si analizamos los accidentes mortales, vemos que Valladolid, Salamanca, León y Burgos concentra la práctica totalidad de este tipo de siniestros.

Por lo que se refiere a las enfermedades profesionales, la denuncia sigue más presente que nunca. Las 224 enfermedades profesionales declaradas, dan testimonio de la evidente infradeclaración de este tipo de contingencias que caracteriza a nuestro sistema de declaración.

Este es el panorama que tenemos, y no es bueno. Desde UGTCYL venimos alertando desde hace tiempo que bajo el pretexto de la crisis, son muchas las empresas que han dejado de lado sus políticas preventivas, reduciendo cuando no eliminando por completo, las inversiones en esta materia.

Venimos denunciando además, que las enfermedades profesionales siguen silenciadas, atrapadas en ese entramado de intereses (INSS/MUTUA) conocido y consentido por el Ministerio de Empleo.

Venimos advirtiendo de manera reiterada que la crisis económica (y naturalmente las medidas que la han acompañado) ha transformado de manera radical el modelo de relaciones laborales.

La vía elegida para salir de la crisis es una espiral de austeridad y devaluación interna en la que la negociación colectiva pierde peso, las relaciones laborales tienden a la individualización, la precariedad define un mercado de trabajo en el que la contratación temporal y a tiempo parcial y la alta rotación entre empresas ganan espacio a marchas agigantadas y las altas tasas de paro y el miedo a perder el empleo convierten en papel mojado los derechos de trabajadoras y trabajadores. En este contexto, el legislador ha decretado la unilateralidad empresarial como forma de gestión de la prevención en las empresas españolas. Y todo esto, ha supuesto un coste sobre la salud y seguridad de los trabajadores.

Venimos exigiendo también, más medios y recursos para una Inspección de Trabajo que consideramos esencial para el control del cumplimento de las normas, y mayor dotación para las Unidades de Seguridad y Salud, fundamentales para el desarrollo de campañas de control y asistencia técnica.

Creemos que para romper este círculo vicioso de empobrecimiento y recortes pasa por poner fin a las políticas de austeridad y dar paso a una progresiva transformación del modelo productivo de nuestro país que permita la democratización de las relaciones laborales, el ejercicio efectivo de derechos, la interiorización de la cultura preventiva en las empresas y la generación de un sistema preventivo dinámico que anticipe los nuevos riesgos laborales emergentes.

 

 

 

 

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