22 Nov UGTCyl presenta una Campaña de sensibilización contra la violencia de género para garantizar los derechos laborales de las víctimas y reforzar el papel de los representantes sindicales a través de la negociación colectiva
Implantar una política específica sobre violencia de género en el centro de trabajo, creando una cultura de gestión de recursos humanos que tenga en cuenta la problemática asociada a las mujeres que se encuentran en esta situación, y que delimite las funciones que corresponden a los/as delegados/as y a los representantes de los/as trabajadores/as en la empresa, es uno de los objetivos de la Campaña de sensibilización puesta en marcha por la UGT de Castilla y León, contra la violencia de género.
Una campaña dirigida en unos casos a las posibles víctimas de violencia de género y en otros, a los delegados y delegadas sindicales a través de tres publicaciones, en las que se explican los derechos laborales, de seguridad social y económicos de las víctimas, se recoge un protocolo de actuación que pretende ser una herramienta útil para delegados y delegadas ante supuestos casos de violencia de género en el ámbito laboral y se definen con claridad las conductas de acoso, cómo identificarlas y cómo actuar cuando aparecen.
UGT aboga, en este sentido, por garantizar los derechos laborales de las víctimas de violencia de género y de acoso reforzando el papel de los representantes sindicales en la prevención y lucha contra esta lacra, a través de la negociación colectiva que juega un papel muy importante respecto al tratamiento que debe darse en el centro de trabajo a los casos de violencia de género. El Sindicato defiende la puesta en marcha de los mecanismos necesarios para favorecer la intermediación con la empresa a la hora de ejercer los derechos laborales que le reconoce la Ley.
Al igual que en la violencia de género fuera del ámbito laboral se producen muchos más casos de los que se denuncian ( en 2010 en España 21.368 casos de maltrato enjuiciados y 16.268 condenas obtenidas) y habitualmente pasan años hasta que la víctima, presa del miedo, decide acabar con la situación. Ante situaciones de acoso sexual o por razón de sexo en el trabajo son una clara minoría las que inician un procedimiento legal (no olvidemos que el acoso sexual es un delito tipificado en el código penal) y aún menos del 5% quienes acuden a su comité de empresa o su sindicato. La respuesta de la víctima más frecuente ante supuestos de acoso que no permanecen en el tiempo es evitar al acosador o ignorar el comportamiento (más del 50%), algunas menos reaccionan enfrentándose al acosador o quejándose a un jefe inmediato o superior (25%), pero más de un 20% cambió de puesto o de empleo.
Por otra parte, y coincidiendo con la celebración el próximo 25 de noviembre del Día Internacional contra la Violencia de Género, la Secretaría Para la Igualdad de UGT de Castilla y León ha presentado un resumen de la actividad que en relación a la lucha contra la violencia hacia las mujeres desarrolla diariamente a través de sus Agentes de Igualdad. En el último año, el Departamento de la Mujer de UGTCyL ha recibido 1.000 consultas, tanto presencial como telefónica o telemáticamente, un 7% de ellas versaron sobre acoso en el trabajo y un 1% sobre violencia de género fuera del ámbito laboral, es decir, 1 de cada 15 consultas recibidas en los servicios de asesoramiento de UGT han estado relacionadas con supuestos de violencia de género. En el 70% de los casos, además, los expedientes de estas usuarias fueron derivados a nuestras asesorías jurídicas por haberse producido un despido cuando la empresa no consiguió la marcha voluntaria de la trabajadora.
Para UGT, el clima de trabajo es fundamental a la hora de tener más o menos posibilidades de sufrir acoso sexual o acoso por razón de sexo en el trabajo. El acoso se produce con más frecuencia donde menos valor se otorga al trabajo femenino, donde más desigualmente se reparten las tareas; porque este acoso no está relacionado sólo con el deseo sexual, sino mucho más con entorpecer el avance de una mujer en el trabajo o fortalecer el poder o el dominio de un determinado varón. Por eso, es imprescindible luchar contra todos los síntomas de desigualdad en la empresa como plantillas excesivamente feminizadas o masculinizadas, mayor contratación temporal de las mujeres, menos mujeres en puestos de mando y responsabilidad, que más del 84% de quienes ejercen derechos para la conciliación de la vida laboral y familiar, también en Castilla y León, sean mujeres.
Para ampliar la información sobre las tres publicaciones de UGT contra la violencia de género, pinchar aquí: