El dato positivo del paro no debe ocultar el grave problema de la temporalidad en Castilla y León.

02 Jun El dato positivo del paro no debe ocultar el grave problema de la temporalidad en Castilla y León.

Los datos publicados hoy por los Servicios Públicos de Empleo indican que en Castilla y León en el mes de mayo se han registrado como parados 4.541 personas menos que en el pasado mes de abril (un 2,6% menos). Esto hace que la cifra de parados registrados se sitúe en 195.039 personas. El descenso se ha producido en todas las provincias y en todos los sectores productivos.

Los contratos realizados en Castilla y León en el mes de mayo han sido 55.381, lo que supone un incremento respecto al mes de abril de 9.734 (21,32%), y un incremento también respecto a mayo 2010 del 4,23%.
Sin embargo en datos interanuales la contratación indefinida cae un 9,80% frente al 5,65% de incremento de la contratación temporal.

Desde UGT Castilla y León se llama la atención a las Administraciones sobre los 78.098 castellanos y leoneses que no están cobrando ningún tipo de prestación y sobre las 80.000 familias con todos sus miembros en el paro. Nuestra Comunidad sigue estando por debajo de la media nacional en cuanto al número de trabajadores desempleados que cuentan con cobertura, el 59,95% frente al 67,22%.

UGT Castilla y León, con estos datos, y aunque la reducción del paro registrado sea positiva, no puede sentirse satisfecha. Tradicionalmente, el mes de mayo es un mes de creación de empleo de carácter estacional y éste es el peligro: construir la recuperación sobre los tirones de demanda debidos a actividades en sectores que dependen mucho de la época del año en que nos encontremos.

La clave para crear empleo es la recuperación de la actividad económica y mientras ésta no se estimule no será posible crear empleo de forma sostenida. De ahí la necesidad de modificar nuestra estructura productiva hacia sectores más estables, que permitan crear empleo de forma permanente sin depender de la estacionalidad.

Los datos de contratación siguen mostrando cómo la pretensión de romper la elevada temporalidad, manifestada en la reforma laboral impuesta, no se está logrando: la contratación indefinida ha sido muy inferior (-9,80%) a la que se produjo en el mismo período del año anterior, frente al claro aumento de la temporal (+5,65%). Unido a la reducción de la tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo, la baja calidad del empleo repercute en la protección social de los trabajadores.

Por lo tanto, las políticas adecuadas deben seguir en la línea del consenso y los acuerdos para facilitar e impulsar el tan necesario cambio de modelo productivo hacia uno que nos permita crecer económicamente y por tanto recuperar los niveles de empleo. Es necesario realizar políticas consensuadas de recualificación profesional de las personas desempleadas y para promover el empleo estable. Este tipo de políticas buscan favorecer la creación de empleo y pueden facilitar la consecución de mayores niveles de recuperación, pero ésta sólo comenzará cuando haya actividad económica suficiente y estable.

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